Nos duelen las fiestas

Nos duelen las fiestas

Un año más, llegamos al final de las Fiestas de San Juan del Distrito Retiro. Un año más, hemos puesto desde la Asociación Vecinal Retiro Norte todo nuestro esfuerzo y ganas, aportando nuestro pequeño grano de arena para que estas fiestas fuesen lo más plurales y cercanas al barrio que sea posible. La rifa de productos de los comercios del barrio, el torneo de dominó, los talleres, la guerra de globos de agua… nuestras fiestas han sido siempre un ejemplo de celebración familiar y atenta a niños/as y mayores, con el objetivo de pasarlo bien en comunidad siempre en nuestras cabezas.

Lo primero de todo, queremos agradecer a toda la gente que ha contribuido con la mejor de las intenciones a que estas fiestas salieran adelante: los comercios que desinteresadamente contribuyen, las personas de la asociación vecinal, los técnicos de la subcontrata, las familias que acuden, la regulación del tráfico, los trabajadores y trabajadoras de la Junta de Distrito… Por no hablar de las 450 plantas donadas por el vivero municipal del Retiro y los 50 libros que nos cedieron algunas vecinas para regalar a todo aquel que quisiera. Nos hemos dejado la piel (¡e incluso algún que otro hueso roto!) por que este breve instante el barrio recordara lo que somos: un barrio con gente diferente, diversa, que se respeta y convive en paz.
Dicho esto, hay que hacer una reflexión profunda. Cada año que pasa, montar estas fiestas es más difícil, y es por una resistencia poco disimulada por parte de la Junta de Distrito, resistencia que a veces incluso parece reactividad a una celebración popular. Entre otras muchas cosas:

  • Toda la programación que no depende de la Asociación Retiro Norte, incluido el propio cartel de las fiestas, fue anunciado con menos de dos días de antelación, haciendo que la mayor parte de las vecinas y vecinos del barrio no supieran que había fiestas hasta el mismo viernes.
  • En los conciertos se volvió a excluir a grupos del barrio, sin esclarecer en ningún momento los criterios para hacerlo.
  • Un año más, se prohíbe tanto la presencia de casetas como de barras, reduciendo a la mínima expresión la presencia de gente en muchos momentos del día.
  • No se cortó el cruce de Narváez con Sáinz de Baranda, dejando el recinto de fiestas partido por la mitad y poniendo por lo tanto el riesgo a los niños y niñas de la zona.
    Este tipo de decisiones no son casuales ni fruto de una (por otro lado) nefasta planificación. Vemos con preocupación en casi todos los barrios de nuestra ciudad que se trata de una estrategia planificada de recorte progresivo de las fiestas populares de la ciudad. ¿Cómo se puede defender supuestamente la libertad y a la hostelería mientras que al mismo tiempo se criminalizan y reducen a lo anecdótico los pocos momentos de fiestas que tenemos en los barrios de Madrid? ¿Qué proyecto de fiestas defiende el Ayuntamiento? ¿Uno que persigue las celebraciones populares y al tiempo beneficia a determinados empresarios a los que otorga el monopolio del ocio? ¿Es este el modelo de ciudad que queremos?
    Como encabezamos esta carta abierta, nos duelen las fiestas. Y nos duele Madrid, porque cada día es una ciudad más homogénea, orientada en exclusiva al turismo y, por qué no decirlo, aburrida. Defendemos, desde la Asociación Vecinal Retiro Norte, un derecho a unas celebraciones populares participativas, diversas, seguras y cercanas. Y para ello, el Ayuntamiento debe escuchar más, planificar mejor, y no tenerle el miedo que le tiene a la ciudadanía organizada.
    Sabemos que no estamos sol@s en esto. Si compartes esta preocupación, te invitamos a sumarte a la defensa de unas fiestas dignas para nuestros barrios.


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